201004132257 Homenaje

¿Y adonde me metí?

Anda tú a saber… quizás se me anquilosaron los dedos… o debería decir las teclas.

A cuarenta kilómetros de allí y 10 mil de allá, los mismos dedos golpean esos botones indiferentes. Cualquier cosa puede salir.

Flojera no’ma.

Te escribo a ti. En honor a tus reclamos. A tu furia. A tu tenaza ardiente apretándome las que te dije y preguntándome “¿por qué mierda no escribes más? ¿Dónde te metiste pus caurito?”

Quizás aburguesado… o hamburguesado… y no es que esté guatón… pero la grasa también se va al cerebro y ahí sí que se nota… aun a 10 mil kilómetros de distancia.

MI abuela escribía carta. Hoy yo escribo en este blog. Casi instantáneo. Como el café de las mañanas de invierno… con pan con mantequilla y uva robada de las viñas camino al liceo.

Se me hunden los codos, los brazos, los hombros.

Al fin y al cabo… la canción es la misma…

¿O no?

Aun con esta agotada conclusión… te rindo homenaje… a ti… vigilante de mil quimeras... inalcanzable para mi mundana visión del mundo.

Pero, no hay nada como los hijos. Después de ellos… el resto vale menos que menos…

Que vivan mis chiquitines. Que vivan los tuyos, los de ellos y los de los otros…

Oda a los hijos..

“Por ti mi bebe… el cielo la tierra…
Por ti mi bebé… vendo mi alma al diablo…”

(un secreto… el diablo no existe, ni el otro tampoco… mitología griega en versión occidental… y pensar que hay tantos… STOP…)

Hasta otra noche de luna llena.

Mauricin